03 noviembre, 2006

Noche de Fábulas y Paranoias

Resulta que luego de un día agotador laboralmente pero fructífero, llega el momento que estuve esperando durante unos meses. Encontrarme con mi mejor amiga que, actualmente, está radicada en España (Madrid).
La noche anterior soñé con que la abrazaba fuerte y lloraba.
Durante el día tuve dolores de estómago de esos que me dan cuando estoy nerviosa. Muchas emociones y demasiadas cosas para charlar, reír, contar.
Finalmente, se hicieron las 23 hs y allí estaba, en la banqueta del bar esperándome. Y nos vimos y nos abrazamos fuerte fuerte y me quedé un ratito así, disfrutando y tratando de guardar con fuerza, mucha mucha fuerza, en mi memoria esa representación. Así cuando me siento sola y ella está lejos, la vuelvo a traer a mi mente y me da tranquilidad. La tranquilidad de saber que alguien me quiere con todo, con todo eso malo y malísimo y con la locura que tengo y cuando las cosas me salen recontra bien (que, en general, nadie se lo banca).
Muy emotivo el momento (archivado).
Nos pusimos a conversar, nos miramos un rato a ver quién era la que notaba los primeros cambios, pedimos unas bebidas. Yo pedí mi whisky con hielo y un chorrito de agua y ella bebía vodka con pomelo. Comenzaron a salir todas aquella cosas que venía sin poder contarle a nadie (salvo a mi psicólogo, pero no vale) y ella con su visión de mis asuntos, sus ajustes, su mirada sobre el tema, su cuidadosa mesura hacia mi. Luego me tocó ser la que oía y daba oponiones. En medio de risas y cometarios recontra re boludos. (y en esos momentos somos "re minitas" y está muy bien)
Había gente conocida alrededor pero yo estaba concentrada en las anécdotas, las charlas, los secretos y los planes de Victoria. Nada me importaba. Vengo saliendo sola noches y noches asi que ahora, que me encontraba con mi amiga y disfrutando mi whisky y ofreciendo un "Cheers, my friend!", estaba haciendo algo tan sencillo como disfrutando ese momento que no se cuándo voy a volver a tener pero me alegra mucho vivirlo así, con esa intensidad.
Son situaciones en las que adoro mi sensibilidad, dado que me conecta al 100% con el placer de compartir algo tan sencillo pero preciado para mí.
También estuvo presente, ese momento de la noche en el cual algun/os conocido interrumpe, se mete, conversa - en algunos casos molesta -, y nosotras nos miramos y esa mirada única (que ya ambas conocemos muy bien) dice: "Dejennos de hinchar!! Queremos hablar. No jodan!". Asi que en eso estábamos.
Por suerte, pudimos encontrar esas banquetas que nos separaron, de algún modo, del resto y nos quedamos parloteando desaforadamente. Qué lindo. Y meta whisky y hielo y chorrito de agua, y pucho. Pero el pucho prendido con emoción. El pucho que se prende cuando decimos "Te quiero contar algo", que es mas rico que otros.
Se hizo tarde y ella hoy viajaba a Montevideo muy temprano, asi que pagamos, metimos propina en el sapito (que algún día se va a convertir en príncipe, yo lo se, shhh) y le dije la frase que siempre le digo: "Termino el trago y nos vamos". Ahí fondo blanco con lo que queda en el vaso y a pararse.
Saludamos, y nos fuimos.
Hoy me desperté para ir a trabajar y tenía un mensajito de texto de Victoria. Hacía alusión a lo bien que la habíamos pasado y que el domingo el llegar a Baires, me llamaba. Ah, y que me quería mucho. Qué bueno.
Del otro lado del telón, como cuando alguien te cuenta un cuentito para dormir tranquila, se desataba otra noche paralela a la vivida por mí y por ella.
Al mismo tiempo que sucedía todo lo narrado hasta el momento, en el mismo lugar y a la misma hora, alguien le aseguraba a sus amigos que Lucy (yo) iba a terminar la noche con él. (ja! Perdón?)
Se tramaban fábulas y parecía desatarse una competencia de fabuladores exagerados que no tienen otra cosa en qué gastar su pobre tiempo. Y los acercamientos, para nosotras molestos y repentinos, para ellos eran puntos sumados para llegar a la meta: "Lucy dormirá conmigo".
Oh my God, boys!
Mientras caminaba por Marcelo T. con Victoria y nos reíamos de una anécdota compartida hace tiempo, del otro lado se peleaban 2 sujetos por mí.
En realidad, todo cubiertos de egos, intentaba ser una discusión de machos que lo último que hacen es debilitarse por una mujer que no les importa, pero eso no me lo creo y no se lo cree nadie. Disfracen a la mona de seda, que la mona fea queda. (algo así era el dicho)
Uno hacía un escena patética de celos pero al mejor estilo psicopática, llena de paranoias personales que nada tienen que ver conmigo (son esos momentos en los que me alegro de haber tomado la desición de no estar mas con él) y el otro, se defendía de la ola paranoide y, apelaba a que tenía novia y que hablaba conmigo como con cualquiera (es el mismo sujeto que planificaba dormir conmigo (?) frente a sus amigos).
Discusión absurda si las hay.
Con uno no voy a estar nunca más, la historia ya se terminó para mí.
Con el otro, no hay posibilidad de dormir en ningun lado y bajo ninguna circunstancia.
¿Sobre qué mierda están discutiendo guys?
Uno, paranoico...
...otro, fabulador.
Mientras me siga encontrando con estos ejemplares, voy a seguir durmiendo solita solita, comiendo un torpedo de frutilla super rico y mirando the pink panter tapada hasta el cuello y felíz de seguir tomando sabias desiciones.
Y colorín colorado,
esa noche se ha cerrado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No te conozco pero te aplaudo por sotear de la manera que lo haces las cosas que te pasan. Leo todo lo que subis y me gusta mucho. te felicito. Loli

Anónimo dijo...

2 pelotudos.
Te aseguro que el que hizo el quilombo que se va a querer cortar las pelotas cuando sepa que no te fuiste con el otro boludo y cuando alguien te trate como parece que te mereces. Deja de estar con esa gente chiquita.

Anónimo dijo...

si se quedaron discutiendo sobre vos es porque alguno le pasa algo. es probable que los dos se hayan ido a dormir pensando en vos pero ya se que no te sirve para nada, suerte!

Anónimo dijo...

No vayas mas a ese bar de mierda