Algo que hago de manera obsesiva y con una frecuencia ceremonial de una vez por semana es la manicure y, cada 15 días, belleza de pies.
Procuro tener en composé manos y pies. Elijo el color, aunque tengo 3 o 4 colores que siempre uso, y me entrego a la joven que, por supuesto, ya me conoce.
He cambiado de lugar algunas veces, pero siempre trato de ir al mismo. Hace bastante tiempo que me dirijo a "The nails company", lugar que me enloquece, me pierde, me encanta. I love it!
Lo que siempre me llamó la atención y me pareció super amoroso, es que atienden a mujeres (of course) y a hombres, también. Y lo aclaran en la puerta.
No es lo más frecuente ver boys allí pero, eventualmente, me crucé algunos.
No piensen en sujetos gays, ni nada por el estilo. Hombres, masculinos. Y gays también, pero he visto sólo uno in situ.
Me parece fantástico que un hombre, alejado de lo que pueda ser un metrosexual (que no me interesa en abosluto y tampoco me atrae, al contrario), quiera tener las manos prolijas o, sus pies mas descansados y sin durezas feas. ¿Por qué tenerlas? Se vive extremadamente mejor sin durezas en los pies y con las uñas prolijas y limpitas.
Este tipo de reflexiones y, muchas otras, han rondado por mi head cuando espero sentada en nails company, mientras me tomo algún refresco (ah, sí. En este lugar, te ofrecen algo para tomar, encima) y observo.
Por supuesto, como es típico de Lucy, de la reflexión pasé al fantaseo absoluto y, ya no se cuántas (porque he perdido la cuenta) historias me imaginé dentro del contexto nails company. Eso sí, faltan bebidas alcohólicas. Urgente, Sr. Nails Company.
Y desde que esto comenzó hasta pocas semanas atrás, ha pasado un tiempo importante. Pero la idea, aparentemente, había quedado en algún lugar y decidió volver e insitir nuevamente.
Entonces, alcanzó que LoveBoy me diga que le encantan mis pies, que lo enloquecen (entre otras cosas :P) y que si, encima, le sumaba tenerlos siempre cuidados y combinados con mis manos, lo volvía más loco aún. No voy a mentir, adoré que me diga eso sin saber about mi conducta intachable para con mis manos y pies.
Y eso bastó para darle rienda suelta a todo eso que estaba ansiando salir de mi cabeza y ahí, sin dudarlo, con una sonrisa ordinaria le propuse pedirle un turno junto con el mío, e ir juntos a hacernos los pies.
Oh, My God.
Me miró de un modo que nunca olvidaré. Y, posteriormente, se quedó callado hasta que le pregunté, qué le parecía la idea (negando absolutamente su mirada porque persistía mi ilusión de llevar a cabo mi propuesta) y me respondió que no dijo nada porque esperaba que le responda que era un chiste. Pero no. Insití pero, cortó de raíz la mínima posibilidad de un mero intento de acompañarme, aunque sea, hasta la puerta y ver de qué se trata.
Pasaron algunos días y el tema volvió con relación a mis pies y manos, a causa del cambio de color que yo lucía y que a él le había gustado mucho. Puse en marcha mi plan B: Hacerle la cabeza con el lugar, el servicio, las instalaciones, el placer que se siente luego, y por supuesto, poniendo énfasis en que cada vez veía más hombres dentro de nails company (exagerando intenso) pero no propuse nada. Iba a trabajar el tema. La noche siguiente le estaba haciendo unos masajes y sugerí masajearle los pies (no me gusta para nada hacer masajes en los pies pero Lucy tenía un objetivo, Oh Yeah) y me respondió que sí. Ahí comencé con comentarios de tipo: "Tenés muchas durezas y no deben descansar bien tus pies", "Están muy asperos, deberías humectarlos más seguido", "Te cambia la vida (?) cuando sentís tus pies de otra manera", pero él no acotaba nada aunque le gustaban los masajes.
Esperé unos días y saqué toda la artillería. En el momento que se puso super romántico y demostrativo (esos en los que una puede pedir cualquier cosa) le dije: Ay, dale que te pido un turno conmigo y vamos a hacernos los piecitos?... No, me respondió. Pero el no fue flojo, había perdido fuerza desde aquella vez que me dijo no por primera vez y decidí continuar, hice todo tipo de artimaña para agregar alegatos y convencer. Hasta que dijo: ¿Venden alcohol ahí?, le dije: "No se", a lo que respondió que eso no podía ser cierto dado que ese dato yo lo tenía que conocer muy bien (Correcto!!), pero yo resté importancia y fui a buscar algo. Volví y proseguí, hasta que me dijo que no le parecía pero que iba a ver. Internamente sentí aplausos, interminables.
Antes de ayer, volví con la temática y dije: (dando por sentado que ya estaba resuelto el tema y haciendo abuso del motivo de mi cumpleaños) "¿Cuándo pido turno para que vayamos?", y volvió a mirarme como la primera vez. Y rápidamente dije: Hagamos algo. Vos me pedís lo que quieras y yo acepto y me dejás pedirnos unos turnos juntos. Le pareció muy tentadora la idea pero a los 10 segundos me dijo que bueno, que me pedía que no insita más con el tema porque nunca iba a ir a un lugar así, que le parecía fantástico que yo vaya pero que no cuente con él. Y que amaba estar descalzo y sentir sus durezas. Ohhhhh.
Prometí, para mis adentros, volver con esto y lograr mi cometido. Eso sí, no por ahora.
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Pila pila pila pila pila pila pila pila, necesito estar pila toda la vida.
No como ese conejito que no dura nada, yo soy un ratón a 12 volts. (?)