28 febrero, 2007

Yo quería mi Baywatch. (Vacacional II)

Cuando era pequeñita miraba al guardavidas como el heroe absoluto de la playa, capáz de salvar vidas (y al mundo también) y velar por todos nosotros. Le tenía respeto y cierto miedo (de tan groso que me parecía).
Como sucede siempre, con el correr de los años, uno va creciendo y aquello que parecía intocable, heroico y sobrenatural, comienza a ser común, tocable y mortal.
Entonces, el guardavidas pasa a ser un tipo que tiene vacaciones pagas, que la pasa bien, que hace el rídiculo con esa zunga que le marca los eggs, que se luce un touch cuando tiene un rescate y que se mueve a una vieja cincuentona cada tanto.
Vuelven a pasar los años y el guardavidas sufre otra metamorfosis, ayudado por el boom baywatch and Pamela, y entonces la zunga toma color (aparece el rojo), los cuerpos se ponen aceitosos, y los pelos comienzan a blondearse. Y ahí, el guardavidas pasa a ser un bombón al que todas queremos darle una noche para que nos rescate en privado.
Actualmente, el guardavidas pasó a ser un tipo que eligió ese oficio, que usa zunga porque es más rápida para nadar, que toma mate todo el día en la playa, que está bronceado porque está todo el fucking día al sol, que espera ansioso que termine la temporada porque ya está harto de la histeria playera, que después de la playa come asado con amigos y juega al truco.
Durante mucho tiempo estuvo en mi mente la idea de tener sexo con el guardavidas.
Es uno de esos personajes con los que me gustaría experimentar (¿por qué no?) antes de pasar a mejor vida. Claro que no es el único personaje, pero es uno de ellos. Con algunos he logrado experimentar pero con el guardavidas no había tenido la oportunidad. Al mismo tiempo, nunca me había gustado verdaderamente alguno.

Pero Ricky no me resultó indiferente.
A Ricky lo conozco hace como unos 4 veraneos y, con el correr de los veranos, hemos cosechado un simpática relación, poco profunda y libre de histrionismo. Durante mis últimas vacaciones, un día tirada en la reposera comencé a conjeturar. Mis conjeturas iban y venían mientras lo tenía en la mira al tal Ricky. Y ahí, se me vino encima aquella fantasía de los personajes con los que me interesaba experimentar. Una vez que aparece esa idea, no hay vuelta atrás. Y Lucy, lo sabe.

Comenzaron a pasar los días y él se fue mostrando mucho más macanudo que otros años y en más de una ocasión me invitó a quedarme en la playa tomando mates amargos y charlando de zungas perdidas. Un día me comenta que se iba a tomar 3 días por examen dado que tenía que rendir exámenes de "buceo profesional" y, acto seguido, jugó una carta interesante: Si me va bien en los exámenes, cuando vuelvo te propongo una cita.

Volvío y ¿Qué me iba a decir?, por supuesto, le fue bien (nunca corroboré qué tan real era ese resultado) por lo tanto, teníamos una cita. Mi fantasía iba a convertirse en realidad y eso podía ser peligroso.
Como faltaba semana y media para que yo me vuelva, le propuse algo: Prefiero que nuestra cita sea la última noche que yo estoy acá, esa es mi condición.
La aceptó.
Puse esa condición porque iba todos los días a ese balneario. De ese modo, seguía disfrutando de la playa en dicho balneario de la misma manera, la última noche salíamos y al otro día, yo me iba.
Y así fue.
Mi última noche la reservé para mi cita Baywatch. Cumplí mi fantasía.
Moraleja: Chicas, nada mejor que pasar una noche con un Baywatch si quieren sentirse protegidas, cuidadas, seguras, fuera de peligro y bien acogidas.

26 febrero, 2007

Chu Chu Uah. (Vacacional I)

Es hora de comenzar con ciertos relatos. Saqué papelitos con distintos títulos y salió "Chu Chu Uah", por lo tanto ésta será la primera historia a postear en mi regreso vacacional .

Tuve la grata fortuna de combinar con mi sister para una tardecita y, encontrarnos en un sitio que quedaba muy cerca de dónde yo estaba. Utilizo el término grato porque ver a mi hermana implicaba ver a mis sobrinas. He aquí la cuestión.
Me encuentro con ellas y, luego de los saludos y sobresaltos típicos de encuentros en lugares donde uno no vive (que le aportan más excitación y signos de exclamación a los saludos y comentarios) mi hermana (que no sabe hacer mucho más) me dice que quiere ir a mirar vidrieras. Oh-my-God. Nah. Terminamos arreglando que ella se iba con su hija más pequeña a mirar pilchas marqueras (como todas las que ella usa) y yo me iba con la más grande (que tiene 4 años) a mirar el chow que comenzaba en 10 minutos y que, mi sobrina, brincaba de alegría por saberse acompañada por mí a ver ese chow.
¿En qué consistía el chow?
Era un chow de payasos (2) que se exhibe en medio de una preciosa rotonda (very concurrida) y al aire libre. Allí fuimos.
Cabe aclarar que el chow (pese a mis reparos previos) es genial y divertido. Los payasos en cuestión están super limados y al mismo tiempo tienen sangre payaseril, asi que en cuanto al chow, 10 puntos.
¿Por dónde pasa el tema?
Siempre, mis temas, pasan por el otro costado de lo que parece ser.
Mientras se desarrollaba el chow ambos payasos, pero uno con más ímpetu y alegoría, hicieron comentarios about me en medio del chow. Había muchas personas, aclaro. Es que a veces el elegido es uno, oh yeah. Me.
El payaso 1 (el que más pinchaba a la tía flequillera que fumaba lejos de los niños) me invita a participar de cierta prueba. Mi sobrina felíz y con una mirada que decía: "Vas a decir que sí, por favor! Quiero que MI tía sea la que hace payasadas ahí adelante", terminó de presionarme afectivamente. So, dije que sí. (fue un momento difícil y solemne pero lo logré y pasé)
Parada ante el público y expuesta al rídiculo, el payaso 1 me piropea. Esto se pone interesante, pensé.
La prueba salió 10 puntos, mi sobrina estaba felíz y yo no me había dado cuenta de nada de lo que había hecho porque me la había pasado fantaseando con payaso 1.
Termina el chow.
Mi sobrina me pide que busquemos "un globo con forma de corona de princesa" que hacen los payasos luego del chow (de paso, siguen currando). Ok, let's go honey.
Y ahí, nuestro turno about globos con formas. Payaso 1 comienza a hacerlo y dice: No tenés cara de ser la mamá de ella. Le respondo que efectivamente no lo soy. La tía hace su presentación. Se intercambian comentarios y pequeñas averiguaciones. El globo se convierte en corona de princesa. Mi sobrina lo agarra, me da la mano y me dice: "Vamos, tía". Saludos a payaso 1, a payaso 2 y chu chu uah. Me abro entre la multitud y cuando logro salir del tumulto, la primer persona que tengo en frente es payaso 1 (no se cómo hizo para llegar y quedar en frente mío, cosas que pasan. Supongo que había otro camino (no multitudinario) que yo desconocía).
Me preguntó que iba a hacer esa noche. No planes, respondo. Payaso 1, con su nariz colorada con bocina, y su pintura me citaba a determinada hora en cierto sitio. Wow.
Por un pequeño segundo creí ser (yo y la situación) una idea de Andy Warhol.
A la hora señalada (madrugada) nos encontramos. Ya no era payaso, era un tipo como los que andaban por ahí. Igual estaba bien (ya se habían disparado todas las endorfinas necesarias durante el chow). Bebimos, hablamos. Tenía olor a pintura facial, no me molestaba solo me hacía recordar que estaba payaseando. Fuimos a su casa (la que comparte con payaso 2, que no estaba) e hicimos "la gorra" (primera vez en mi life que "hago una gorra" osea, cuento el dinero que se ha recolectado). Total: $420. (me dije: Epa, muy bien). En la mesada de la cocina había cucharitas mágicas de Danonino, esas que cambian de colores. (¿desvío profesional?)
Terminó la noche.
Luego vino otra noche, días después y volvimos a vernos. Esta vez vino sin nariz de payaso pero todavía pintado, pasó con su auto y me dijo que me suba. Luego me pidió que le saque el maquillaje y entonces, yo veía como el payaso de mis fantasías se convertía en un tipo. Nos divertimos y tuvimos sexo. Sexo intenso. Mientras teníamos sexo yo pensaba en pedirle que se ponga la nariz o los tiradores pero no lo hice. En cambio, le pedí que me cante una de sus canciones, la del pato. Me cantó la del pato y la pata y me desperté a la mañana en medio de un sitio desconocido y con un payaso a mi lado. My God, la tía!
Volvimos a vernos otra noche que no fue la última noche, la última la reservé para otra cosa (ya daré a conocer los hechos).

Asi que Chu Chu Uah,
Plin Plin
y esto llegó a su fin.


05 febrero, 2007

Vacaciones

Ahora sí: cerrada la valija (situación: yo encima de la valija, sentada y tratando de cerrarla, cerró!). Me doy cuenta que puedo llevar 1 par más de zapatos, yes! (los que llevo puestos, que no había tenido en cuenta)
Una ducha bien fresca, cartera en mano, gafas antisociales-solares puestas y ojeras de dormida, voy hacia el ascensor.
Me fui.
Saludos para todos, Sexys!

PD: Muy pronto se vendrá algún post vacacional desde la playa, estén atentos. y no se pierdan.

04 febrero, 2007

Domingo & Valija

Me levanté relativamente temprano, aunque me está dando sueño de nuevo. Tengo todo el domingo para hacer la valija y en eso, intento estar.

Me estresa, lo reconozco.
Creo que me gusta hacerla y no. Siempre, este momento, ha sido una contradicción.
Me hago un jugo exprimido (de paso uso los pomelos que quedan así dejo la heladera vacía), y pienso que voy a tener que tirar bastante cosas de la heladera, qué pena.
Comienzo a darme cuenta que pierdo cualquier cantidad de tiempo en todo tipo de actividad y/o razonamientos que no me conducen a "ponerme a hacer la valija".
Dí el primer paso: La abrí en el medio del living (así paso caminando y al verla abierta, ya siento que la estoy haciendo).

Empecé separando los pares de zapatos. Ufffff. Con el vicio que tengo por los zapatos siempre fue un momento duro éste: saco muchos pares de zapatos (previa selección), me apeno por los que dejo y los miro como pidiéndoles disculpas por no elegirlos.
Luego me doy cuenta que es un crimen. Que son muchos pares y que voy a tener que hacer una segunda selección y con eso, más culpa. Pienso que algunos pares ya se hicieron ilusiones, creyeron que viajaban conmigo, y resulta que no.
Finalmente, logro llegar a la etapa en la cual ya elegí los pares que me llevo. Son 8, calculando que estando afuera, me voy a comprar alguno más.
Empieza a llegar el mediodía, ya estoy cerca de las 12, asi que pasamos al vermouth.
En la mañana, todo muy Beatle.
Ahora, Bowie arde y yo, con mi vermouth, descalza, en culotte retro (muy cómodo) y musculosa, cigarrillo en mano (o en cenicero). Se viene "transformer", de Lou Reed y tal vez, Ufa! de Melingo. Lo sospecho, pero puede haber cambios.
Le cuestión es: ¿Cómo se sigue con la valija? ¿Por dónde sigo? No lo sé. ¿Pantalones? ¿Mallas?
Todo el domingo con la valija.
Después de hacer la valija, me gustaría tener sexo - como para relajarme luego del estrés valijero -. Y después, cerrar la valija con un nuevo semblante, of course.