Es hora de comenzar con ciertos relatos. Saqué papelitos con distintos títulos y salió "Chu Chu Uah", por lo tanto ésta será la primera historia a postear en mi regreso vacacional .
Tuve la grata fortuna de combinar con mi sister para una tardecita y, encontrarnos en un sitio que quedaba muy cerca de dónde yo estaba. Utilizo el término grato porque ver a mi hermana implicaba ver a mis sobrinas. He aquí la cuestión.
Me encuentro con ellas y, luego de los saludos y sobresaltos típicos de encuentros en lugares donde uno no vive (que le aportan más excitación y signos de exclamación a los saludos y comentarios) mi hermana (que no sabe hacer mucho más) me dice que quiere ir a mirar vidrieras. Oh-my-God. Nah. Terminamos arreglando que ella se iba con su hija más pequeña a mirar pilchas marqueras (como todas las que ella usa) y yo me iba con la más grande (que tiene 4 años) a mirar el chow que comenzaba en 10 minutos y que, mi sobrina, brincaba de alegría por saberse acompañada por mí a ver ese chow.
¿En qué consistía el chow?
Era un chow de payasos (2) que se exhibe en medio de una preciosa rotonda (very concurrida) y al aire libre. Allí fuimos.
Cabe aclarar que el chow (pese a mis reparos previos) es genial y divertido. Los payasos en cuestión están super limados y al mismo tiempo tienen sangre payaseril, asi que en cuanto al chow, 10 puntos.
¿Por dónde pasa el tema?
Siempre, mis temas, pasan por el otro costado de lo que parece ser.
Mientras se desarrollaba el chow ambos payasos, pero uno con más ímpetu y alegoría, hicieron comentarios about me en medio del chow. Había muchas personas, aclaro. Es que a veces el elegido es uno, oh yeah. Me.
El payaso 1 (el que más pinchaba a la tía flequillera que fumaba lejos de los niños) me invita a participar de cierta prueba. Mi sobrina felíz y con una mirada que decía: "Vas a decir que sí, por favor! Quiero que MI tía sea la que hace payasadas ahí adelante", terminó de presionarme afectivamente. So, dije que sí. (fue un momento difícil y solemne pero lo logré y pasé)
Parada ante el público y expuesta al rídiculo, el payaso 1 me piropea. Esto se pone interesante, pensé.
La prueba salió 10 puntos, mi sobrina estaba felíz y yo no me había dado cuenta de nada de lo que había hecho porque me la había pasado fantaseando con payaso 1.
Termina el chow.
Mi sobrina me pide que busquemos "un globo con forma de corona de princesa" que hacen los payasos luego del chow (de paso, siguen currando). Ok, let's go honey.
Y ahí, nuestro turno about globos con formas. Payaso 1 comienza a hacerlo y dice: No tenés cara de ser la mamá de ella. Le respondo que efectivamente no lo soy. La tía hace su presentación. Se intercambian comentarios y pequeñas averiguaciones. El globo se convierte en corona de princesa. Mi sobrina lo agarra, me da la mano y me dice: "Vamos, tía". Saludos a payaso 1, a payaso 2 y chu chu uah. Me abro entre la multitud y cuando logro salir del tumulto, la primer persona que tengo en frente es payaso 1 (no se cómo hizo para llegar y quedar en frente mío, cosas que pasan. Supongo que había otro camino (no multitudinario) que yo desconocía).
Me preguntó que iba a hacer esa noche. No planes, respondo. Payaso 1, con su nariz colorada con bocina, y su pintura me citaba a determinada hora en cierto sitio. Wow.
Por un pequeño segundo creí ser (yo y la situación) una idea de Andy Warhol.
A la hora señalada (madrugada) nos encontramos. Ya no era payaso, era un tipo como los que andaban por ahí. Igual estaba bien (ya se habían disparado todas las endorfinas necesarias durante el chow). Bebimos, hablamos. Tenía olor a pintura facial, no me molestaba solo me hacía recordar que estaba payaseando. Fuimos a su casa (la que comparte con payaso 2, que no estaba) e hicimos "la gorra" (primera vez en mi life que "hago una gorra" osea, cuento el dinero que se ha recolectado). Total: $420. (me dije: Epa, muy bien). En la mesada de la cocina había cucharitas mágicas de Danonino, esas que cambian de colores. (¿desvío profesional?)
Terminó la noche.
Luego vino otra noche, días después y volvimos a vernos. Esta vez vino sin nariz de payaso pero todavía pintado, pasó con su auto y me dijo que me suba. Luego me pidió que le saque el maquillaje y entonces, yo veía como el payaso de mis fantasías se convertía en un tipo. Nos divertimos y tuvimos sexo. Sexo intenso. Mientras teníamos sexo yo pensaba en pedirle que se ponga la nariz o los tiradores pero no lo hice. En cambio, le pedí que me cante una de sus canciones, la del pato. Me cantó la del pato y la pata y me desperté a la mañana en medio de un sitio desconocido y con un payaso a mi lado. My God, la tía!
Volvimos a vernos otra noche que no fue la última noche, la última la reservé para otra cosa (ya daré a conocer los hechos).
Asi que Chu Chu Uah,
Plin Plin
y esto llegó a su fin.